‘Rosemarkie man’, el jefe picto que murió brutalmente asesinado hace 1.400 años

Este jefe picto murió brutalmente asesinado hace 1.400 años (Rosemarkie Caves Project)

El Rosemarkie man se hizo famoso en 2017. Fue entonces cuando los investigadores del Centro de Anatomía e Identificación Humana de la Universidad de Dundee reconstruyeron la cara de este miembro del pueblo picto que había sido brutalmente asesinado hace 1.400 años. Pero los estudios continuaron y ahora los expertos señalan que este hombre era un jefe o un miembro de la realeza.
Los análisis realizados recientemente dentro del Project Rosemarkie Caves sugieren que este individuo era un miembro prominente de la comunidad, con una dieta rica en proteínas de la que los arqueólogos apenas han encontrado otros ejemplos de ese período. Además, a pesar de tener una muerte brutal, fue enterrado con mucho cuidado en la cueva de la Black Isle (Escocia) donde fue hallado.

“Era un tipo grande y fuerte, con una constitución similar a la de un jugador de rugby. Por encima de la cintura tenía una complexión muy fuerte”, ha señalado Simon Gunn (izquierda), fundador del proyecto. El hombre estaba sepultado en un hueco de la cueva situada en el condado de Ross-shire, en plenas Highlands escocesas.

En 2016, los investigadores se sorprendieron al encontrar los restos en muy buen estado de un cuerpo que había sido colocado en una posición inusual: con las piernas cruzadas y con piedras grandes que sujetaban sus piernas y brazos. El alto nivel de conservación permitió ver en detalle las horribles lesiones que sufrió.
Los especialistas identificaron al menos cinco impactos que habían provocado fracturas en la cara y el cráneo, lo que les permitió recopilar una descripción detallada de cómo murió el hombre. Su vida fue corta y acabó de forma brutal. El primer golpe -con un elemento circular- le rompió los dientes del lado derecho. El segundo -quizás con el mismo objeto, usado como un palo de combate- le destrozó la parte izquierda de la mandíbula.

Foto retocada con la roca encontrada entre la piernas del esqueleto.

El tercer impacto le causó una fractura en la parte posterior de la cabeza. El hombre probablemente se cayó al suelo tras el golpe en la mandíbula y chocó con un objeto duro, quizás piedra. El cuarto estaba destinado a acabar con su vida, ya que probablemente la misma arma fue conducida a través del cráneo, de una lado hacia otro, mientras el Rosemarkie man yacía en el suelo.

La quinta herida no estaba en consonancia con las lesiones causadas con los otros cuatro golpes. En este caso, presentaba un agujero, más grande que el causado por el arma redonda, en la parte superior del cráneo. Una muestra de hueso datada por radiocarbono indicaba que el hombre murió en algún momento entre el 430 y 630, una época conocida como el período picto en Escocia.


Reconstrucción del 'Rosemarkie man' sin pelo y con él.

Una serie de pequeñas excavaciones en pozos de prueba proporcionó muestras de que las cuevas fueron ocupadas, o al menos utilizadas de alguna manera, desde hace 1.500-2.000 años. Además, también aparecieron objetos que dejaron los ocupantes (fijos o temporales) que residieron en este sitio hace 200 o 300 años y que fabricaron o repararon zapatos de cuero, posiblemente para distribuirlos en las comunidades locales de la Black Isle.

El espacio en la que apareció el esqueleto mostró también evidencias de que el lugar había sido utilizado para la forja de hierro durante el período picto. Los extensos restos de metal llevaron a los arqueólogos a suponer que la cueva se seleccionó específicamente para este uso, aunque encontrar el cuerpo le dio a esta cueva un significado completamente diferente.

Foto: Pieza de revestimiento de un horno vitrificado y el sitio de la cavidad del horno.

Este noble o jefe había sido brutalmente asesinado, pero fue enterrado con cierta consideración. Lo habían colocado de espaldas, dentro de un oscuro nicho y cargado con piedras de playa. ”La colocación de sus restos nos da una idea de la cultura de quienes lo enterraron. Quizás su asesinato fue el resultado de un conflicto interpersonal; ¿O hubo un elemento de sacrificio relacionado con su muerte?”, indicaban los investigadores hace dos años.

Fuentes: lavanguardia.com | nosasblog.wordpress.com | 24 de julio de 2019

Descubren un ídolo-placa funerario de más de 5.000 años de antigüedad en el yacimiento La Beleña de Cabra (Córdoba)

Ídolo-placa encontrado en el yacimiento de La Beleña.

Una vez más, el subsuelo egabrense ha arrojado importantes vestigios de culturas pasadas que desde la prehistoria se han asentado en la zona. En esta ocasión, los arqueólogos que vienen trabajando en la campaña que desde finales del mes de junio se viene desarrollando en una de las cuevas del yacimiento de La Beleña se quedaron atónitos el pasado lunes cuando desenterraron un ídolo-placa de nada menos que 5.300 años de antigüedad.

El vestigio se ha presentado en la mañana de este jueves ante los medios de comunicación por parte del equipo de profesores Dolores Camalich y Dimas Martín de la Universidad de La Laguna, responsables a su vez de la excavación junto al alcalde de la ciudad, Fernando Priego, el delegado municipal de Patrimonio, Francisco Casas y el director del museo arqueológico egabrense, Antonio Moreno.

De este modo, el regidor ha subrayado que se trata de una pieza «excepcional» y ha añadido que se podría estar hablando de un hallazgo de importancia parecida al momento en que salió a la luz en Cabra el Mithras Tauroktonos, que en la actualidad permanece expuesto en el museo arqueológico de Córdoba. Curiosamente, el Museo Arqueológico Municipal cuenta con una reproducción de una pieza muy parecida a la ahora encontrada, procedente de Valencina de la Concepción (Sevilla), que se puede contemplar en la colección permanente (derecha).

Por su parte, la profesora Camalich ha indicado que el hallazgo significa un magnífico cierre de la primera fase del proyecto de excavación. Este tipo de piezas aparecen en estructuras megalíticas construidas a base de grandes bloques de piedra, que están vinculadas a la vertiente Atlántica, más concretamente, a Extremadura en el caso de España. En el caso de la provincia de Córdoba hay dos hallazgos anteriores aislados de piezas similares a la localizada en Cabra. Uno es el del castillo de Espiel (actualmente en paradero desconocido) y otra sin decoración aparecida en una cueva en Fuente Obejuna. De este modo, se trata de un elemento «icónico» de lo que significan las estructuras funerarias que hasta ahora se han venido excavando en La Beleña.



Respecto al lugar en el que la pieza permanecerá custodiada, la intención del Ayuntamiento de Cabra es que se incorpore a la colección del Museo Arqueológico Municipal, según ha explicado el alcalde, indicando que es lo que se solicitará a la delegada provincial de Cultura de la Junta de Andalucía. Cabe recordar que los trabajos de excavación vienen siendo sufragados desde el Consistorio egabrense.

Fuentes: abc.es | cabranoticias.com | 25 de julio de 2019

Resuelven el misterio de un fragmento de vidrio romano hallado en Gran Bretaña

El arqueólogo Peter Moore muestra un fragmento de una botella de pescado romana, único de su tipo descubierto en Gran Bretaña. Fotografía: National Trust / Rod Kirkpatrick / F Stop Press

Finalmente, los científicos han resuelto el misterio de un fragmento de vidrio coloreado que fue encontrado en una villa romana en el Reino Unido. Tras ser una intriga durante un par de años, resultó que el fragmento era parte de una botella de forma inusual, probablemente hecha por artesanos de Crimea. Según informó The Guardian, contenía un incienso exótico. Ese fragmento coincidió en la forma con un artefacto que se almacena en uno de los museos del país. La única botella similar fue encontrada en un entierro romano en Crimea.

Reconstrucción de la villa Chedworth en Gran Bretaña. Tony Kerins / National Trust

La villa romana más grande de Gran Bretaña

La Villa Chedworth, donde ese fragmento fue encontrado, se ubica en el sudoeste de la isla. Es una de las villas romanas más grandes de Gran Bretaña y fue construida en varias etapas durante los siglos II-IV d.C. En una primera fase, aquí se construyeron dos edificios residenciales y baños. Luego se reconstruyeron, se expandieron y se decoraron repetidamente con mosaicos.
Cerca de la villa los arqueólogos hallaron un pequeño templo y junto a él había un estanque artificial en el cual crecían lirios de agua. Los investigadores sugieren que la propiedad pertenecía a una persona rica y educada, posiblemente un representante de la administración local. La villa existió hasta principios del siglo V, el final de la dominación romana en la isla. Se considera que fue destruida en el siglo V.

El fragmento comparado con la representación artística de cómo sería la botella de pescado. Fotografía: National Trust / Rod Kirkpatrick / F Stop Press

Un fragmento de vidrio misterioso

El territorio de la villa Chedworth pertenece al Nacional Trust de Gran Bretaña, y los arqueólogos han realizado excavaciones aquí desde la década de 1920. En 2017 encontraron un fragmento de vidrio coloreado con una pintura atípica. No se asemejaba a ninguno de los artefactos de vidrio que se habían encontrado antes en la villa, y a juzgar por la forma parecía un pedazo de una botella oval con un cono en su extremo.

Para averiguar el origen del fragmento, los arqueólogos pidieron la asistencia de la especialista en vidrio romana Jennifer Price (izquierda), de la Universidad de Durham.

Ella, a su vez, consultó con expertos de otros países, y descubrió que ese trozo de vidrio se parecía mucho en su forma y color a una botella almacenada en el Museo del Vidrio de la ciudad de Corning al este del país. Anteriormente, un artefacto similar fue encontrado en un entierro del siglo II d.C. ubicado en la ciudad de Quersoneso, en Crimea. Ese asentamiento fue fundado por los antiguos griegos y a fines del siglo I a.C. cayó bajo el dominio de Roma. Su investigación ha sido publicada en la última edición del boletín especializado Glass News.

Nancy Grace, la arqueóloga del National Trust que dirigió el trabajo de investigación, dijo: "Aunque el hallazgo había desconcertado a mucha gente, han estado encantados con la investigación, la cual ha sido un viaje largo y difícil".

Y añadió: "Descubrir que es el único fragmento de vidrio de su tipo hallado hasta ahora en Gran Bretaña se suma a nuestro conocimiento sobre la importancia de la Villa romana de Chedworth. La fabulosa y exótica botella de pescado subraya que los ocupantes de la villa estaban en contacto con las regiones más lejanas del Imperio Romano y querían mostrar esa influencia. Es asombroso que un pequeño fragmento nos haya dicho tanto”.

Fuentes: nma1.org | theguardian.com | 23 de julio de 2019

Cambios en herramientas microlíticas muestran adaptaciones a los cambios climáticos durante el Mesolítico

Reconstrucción de un campamento mesolítico con un cazador en primer plano listo para disparar una flecha montada con un microlito. Crédito: Ulco Glimmerveen

El desarrollo de nuevos proyectiles de caza por parte de cazadores-recolectores europeos durante el Mesolítico puede haber estado vinculado a la territorialidad en un clima rápidamente cambiante, según un estudio publicado en PLOS ONE por Philippe Crombé, de la Universidad de Gante, Bélgica.

Como consecuencia del calentamiento climático a una tasa de 1,5 a 2° centígrados por siglo, los cazadores-recolectores de Europa durante el periodo Mesolítico (hace aproximadamente entre 11.000-6.000 años) experimentaron cambios ambientales significativos muy similares a los que nos enfrentamos hoy en día: incremento del nivel del mar, aumento de la sequía, migraciones de plantas y animales e incendios forestales. El profesor Crombé ha examinado un conjunto de microlitos (pequeñas puntas de flecha y otras herramientas de piedra utilizadas en la caza) para comprobar cómo su diseño y uso por parte de los cazadores-recolectores mesolíticos cambió en relación a los cambios climáticos y ambientales.

Sobre la base de investigaciones arqueológicas realizadas en las últimas dos décadas, el profesor Crombé (izquierda) empleó un modelo bayesiano a fin de revelar las potenciales correlaciones entre 228 dataciones de radiocarbono específicas de yacimientos mesolíticos a lo largo de la cuenca sur del Mar del Norte y los diferentes tipos y formas de los microlitos (triángulos, en forma de media luna, o de hoja y muérdago, trapecios, etc.) hallados en tales yacimientos.

El nuevo modelo mostró que la variación en las formas de los microlitos es mucho más compleja de lo que se creía anteriormente, con una coexistencia frecuente entre estas formas analizadas. El profesor Crombé plantea la hipótesis en este estudio de que estas diferentes formas de microlitos fueron principalmente desarrolladas no solo atendiendo a su función, sino también como un medio de diferenciación entre los distintos grupos que vivieron a lo largo de la cuenca del Mar del Norte (investigaciones anteriores han sugerido que había dos culturas diferentes y geográficamente distintas en esta región). A medida que aumentaron los niveles del mar y los antiguos ocupantes de la cuenca del Mar del Norte se vieron obligados a ocupar nuevas áreas, el aumento de la competencia por los recursos y el estrés consiguiente habrían incrementado la territorialidad de los grupos sociales y el uso de símbolos de pertenencia a los mismos.

Modelos paleogeográficos del Mar del Norte hace entre 11.000 y 8000 años

Los desarrollos de las herramientas en forma microlíticas parecen estar vinculados a eventos climáticos cortos (de 1 a 2 siglos), pero abruptos (los cuales, a su vez, habrían estado ligados a cambios demográficos crecientes): se introdujeron herramientas microlíticas en forma de triángulo después de un evento de enfriamiento abrupto en el Mesolítico temprano asociado con la erosión e incendios forestales; un evento climático similar, 1.000 años después, coincidió con la aparición de microcuchillas con respaldo y microlitos retocados de manera invasiva. Una novedosa punta de flecha con forma de trapecio reemplazó a los microlitos más antiguos al producirse un tercer evento de enfriamiento y sequía otros 1.000 años después.

Ejemplos de microlitos

Aunque se necesita más investigación al respecto, Crombé sugiere que un enfoque holístico puede ayudar a determinar si estos cambios climáticos y ambientales también afectaron a otros aspectos del comportamiento humano en tiempos mesolíticos.

El profesor Crombé, concluye: "En respuesta al rápido calentamiento climático, hace unos 11.500 años, los cazadores-recolectores a lo largo del Mar del Norte meridional (noroeste de Europa) se enfrentaron cambios ambientales similares a los que nos encontramos en la actualidad. Al estudiar el equipamiento de caza, este documento investiga cómo estos cazadores-recolectores dieron respuesta a estos cambios".

Fuente: phys.org | 17 de julio de 2019

Hallan una decena de tumbas en el yacimiento romano de Villaricos de Mula (Murcia)

Uno de los cadáveres encontrados en el yacimiento romano de Villaricos, en Mula / JL PIÑERO.

Desde el pasado 8 de julio, una veintena de alumnos de la Universidad de Murcia, y alguno foráneo, realizaron excavaciones en la villa romana de Villaricos, situada a cuatro kilómetros de la ciudad de Mula. Un yacimiento arqueológico del cual fue incoado expediente para que sea declarado como Bien de Interés Cultural, y en el que se viene trabajando desde hace 30 años.

El catedrático y profesor, Rafael González (izquierda), destacó el hallazgo de 11 tumbas nuevas, con los(izquierda), cadáveres de 8 mayores y 3 de niños, que pertenecen a los siglos VI y VII. Algunos de ellos aparecían con placas de cinturones.

También se encontraron muros y una habitación con paredes y suelos bien enlucidos. González dijo que «tenemos una importante zona de producción pero, hasta el día de hoy, no sabemos a qué estaba destinada; por lo que hay que esperar al resultado de los análisis de residuos, que se realizarán en la Universidad de Barcelona. Creemos que en un par de meses sabremos los resultados y por tanto que se podría elaborar en ese habitáculo».

Las excavaciones corrieron a cargo de alumnos que estudian Arqueología y Antropología, dirigidos y coordinados por los profesores Rafael González Fernández y Francisco Fernández Matallana, ambos de la Universidad de Murcia, y por José Antonio Zapata Parra, arqueólogo municipal. Recibieron ayuda de la fundación CajaMurcia, del Ayuntamiento de Mula, y la Universidad de Murcia.
La campaña de este año sirvió también para la formación de alumnos de Arqueología, pues se organizó un curso de introducción en colaboración con el Cepoat (Centro de Estudios del Próximo Oriente y la Antigüedad Tardía).

Rafael González, también informó que para el mes de septiembre u octubre, volverán a trabajar en el lugar gracias a una subvención de 30 mil euros concedida por la Consejería de Cultura, que no aportaba desde el inicio de la crisis. «Pasarán un georadar para ver las estructuras del suelo, realizaremos análisis que den resultados de algunas estructuras que no sabemos para que servían», dijo el profesor.

Foto: Uno de los cadáveres hallados.

Hallazgos en años anteriores

Las excavaciones realizadas en los últimos años en el yacimiento romano de Los Villaricos, de Mula, pusieron al descubierto una gran almazara de producción de aceite, la más grande documentada en la Hispania romana, y una zona de producción de vino, además de la casa donde vivían los señores de la villa que incluyen unas termas y diversas estancias.

Ya el pasado año, al término de la excavación, el profesor González informó que fue descubierto un espacio de cubetas que podía servir para la producción de queso o como zona de tintado de prendas de vestir ya que se recuperaron objetos diversos que llevan a pensar en alguna de estas labores. Explicó que las vasijas de cerámica encontradas, con aberturas, les supuso que se trataba de una zona de producción de queso, y que las conchas de ostras halladas podrían ser utensilios para el tinte de tejidos, por lo que también existe la posibilidad que fuera algún tipo de espacio para tintado o lavandería.

Fotografía aérea y planta del 'torcularium' sur (almazara).

110 mil euros para cubrir la tercera parte del yacimiento

La Dirección General de Bienes Culturales aprobó el pasado mes de diciembre de 2018, una subvención destinada al proyecto de restauración, consolidación y cubrición del yacimiento arqueológico de Los Villaricos, en su tercera fase.

El proyecto de restauración, consolidación y cubrición del yacimiento muleño asciende a más de 110.000 euros. De esta cantidad, la Comunidad aportará un total de 79.793 euros, y el Ayuntamiento destinará los 31.185 euros restantes para poder llevar a cabo el proyecto. Según informó el alcalde, Juan Jesús Moreno, la obra de instalación del techado se encuentra en el trámite para la licitación, que espera que se realice a finales de mes.

El principal objetivo de esta actuación, según señalaron desde el Ayuntamiento, es cubrir el yacimiento «para que esté bien conservado. Ya hay parte de este emblemático espacio que se cubrió hace casi diez años. La idea es tapar la zona residencial de la villa. Concretamente, el impluvium, el triclinium-basílica y el resto de habitaciones de la domus», aseguró el Consistorio.

Incoado el expediente para declarar Villaricos BIC

El Ayuntamiento de Mula acordó, en la Junta de Gobierno Local, solicitar la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para la villa romana de Los Villaricos de Mula. Así, el Consistorio remitió a la Dirección General de Bienes Culturales la memoria para la declaración, que fue redactada por el arqueólogo municipal, José Antonio Zapata. Actualmente, el yacimiento arqueológico se encuentra protegido con grado A, que es el máximo establecido en la Carta Arqueológica Municipal.
La Consejería de Turismo y Cultura incoó el procedimiento para declarar Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de Zona Arqueológica, el yacimiento de Los Villaricos de Mula, una villa romana que tuvo su desarrollo entre los siglos I y V d. C.

Importante producto turístico

La villa romana es uno de los productos turísticos y culturales más importantes del municipio, constituyendo uno de los mejores ejemplos de establecimiento rural romano de la región. Se conserva la parte residencial, con una zona termal y espacios domésticos en torno a un patio central, y el área de explotación agrícola y de trabajo, con una prensa para producir vino y una almazara destinada a la obtención, elaboración y almacenaje de aceite. También se documentaron numerosos enterramientos.

La villa se encuentra incluida dentro de la Red de Cooperación de Villas Romanas de Hispania, entidad compuesta por las diez mejores villas de la Península Ibérica, siendo la única villa de la Comunidad que forma parte de esta Red por su estado de conservación y por la singularidad de sus restos.

La clasificación de BIC daría acceso a ayudas a nivel regional y estatal, que tendrían como fin evitar el deterioro de la villa, así como mejorar su conservación y proceder a su restauración y musealización. Desde el Ayuntamiento de Mula esperan que resuelvan lo antes posible el expediente y declaren Bien de Interés Cultural del yacimiento de Villaricos.

Fuente: laverdad.es | 19 de julio de 2019

El poblado minero-metalúrgico romano del Cerro de los Almadenes (Segovia) quiere mostrar los hallazgos de una década

Los arqueólogos trabajando en el yacimiento y, a la derecha, uno de los restos encontrados. / ÓSCAR COSTA.

En el Cerro de los Almadenes, en Otero de Herreros, Segovia, «se encuentra sin duda el centro de producción de cobre de la época romana y tardoantigua más importante del centro de España», afirma Mariano Ayarzagüena, codirector de la excavación.

En este yacimiento se empezó a explotar el cobre hacia el año 2500 antes de Cristo. No obstante, el momento de máximo esplendor sería el comprendido entre el siglo I antes de cristo y el siglo I después de Cristo. De esa época han quedado muchas monedas, cerámicas de lujo y, sobre todo, estructuras.
Este es el décimo año en el que la Sociedad Española de Historia de la Arqueología trabaja en esta zona y «con esto se cierra un primer ciclo de proyecto, estamos ya preparando el segundo, en el que, por supuesto, también seguiremos excavando, pero ha llegado el momento de hablar de la difusión, de la protección de todo este patrimonio», explica Ayarzagüena (izquierda).
En la actualidad, se continúa con la excavación de las baterías de hornos que ya descubrieron hace cuatro años. Ya están excavadas dos y hay indicios de una tercera. La estructura se repite en todas: entre dos hornos siempre hay un muro, así hasta llegar a los cuatro hornos en la última batería.

Además, se ha descubierto un quinto horno, sin excavar de momento. «Está de reserva por si algún día hubiese que contrastar alguna cosa», añade Santiago Valiente (derecha), codirector de la excavación. El tamaño de estos hornos es relativamente pequeño pero se sabe, a través de un estudio de las escorias que han realizado los arqueólogos, que conseguían alcanzar una temperatura de 1.400 grados. «Este dato indica que tenían un conocimiento técnico impresionante, ya que incluso en el siglo XVI no era tan fácil encontrar hornos que llegasen a estas temperaturas», destaca Ayarzagüeña.

Cerca de estas baterías de hornos se encuentra el primer lavadero de cobre encontrado en España. A su lado, se piensa que está el machacador de mineral, la zona de tostado para llegar al último paso, que sería la reducción o fundición, que se haría en los hornos. «Todo el proceso del tratado del mineral lo tenemos en muy pocos metros, por eso una parte del próximo proyecto será descubrir otro lavadero y ver cómo es para poder explicar cómo funcionaban los hornos visigodos», señala Valiente.

Foto: Horno metalúrgico del sector II

El problema es que los visigodos «eran extremadamente pulcros», se asentaban directamente en la roca madre, es decir, todo lo que se encontraban anterior a ellos lo limpiaban y lo arrasaban. Cuando ya habían fundido todo volvían a levantar el horno y barrían, por eso es tan difícil encontrar restos. Pero gracias a las nuevas técnicas utilizadas se ha podido determinar que eran de la época visigoda. Para ello se utilizaron las técnicas de termoluminiscencia y paleomagnetismo, llevada a cabo por la Universidad Complutense. Las dataciones señalaron hacia la misma época.

Bocaminas

En campañas anteriores ya se descubrió que esta zona no era exclusivamente un espacio minero, ya que en la parte superior del cerro se encontraron vestigios de asentamientos de población. Se cree que pudo haber un asentamiento durante los siglos II y III antes de cristo. En esta zona se pueden encontrar muros de hasta 1,20 metros de grosor, lo que indica que no eran edificios de una única planta. Además, desde esta zona se puede visualizar Segovia, con lo que el control territorial que tenían era total.

Casa fortificada

Asimismo, en esta parte se encuentra otro muro muy grueso que podría corresponder a una casa fortificada o 'castellum'. Los arqueólogos encontraron una moneda de la época de la fundación de Caesaraugusta (Zaragoza), en el año 14 antes de Cristo. Todo apunta a que desde esta zona el administrador llevaba el control de las minas para que no se robara el mineral. «Se piensa que pudo residir aquí hasta que empieza a desarrollarse una ciudad nueva como es Segovia, con un Acueducto tan imponente, con lo que se trasladaría allí para controlar otras minas», comenta Pilar San Clemente (izquierda), codirectora de la excavación.

El yacimiento de Otero de Herreros es el sitio ideal para ver cómo funcionaba la minería de la época romana durante todo su proceso. «Por eso habría que poner las minas en valor y cubrir la zona para proteger el yacimiento». En esta excavación trabajan una veintena de personas a lo largo de la semana, procedentes de universidades de Madrid, León, Valladolid y Andalucía. El yacimiento recibe financiación por parte de la Dirección General de Patrimonio y de empresas privadas, pero la aportación más importante corresponde al Ayuntamiento de Otero de Herreros.

Las piezas que se van encontrando se depositan en el Museo Arqueológico de Segovia, pero Pilar San Clemente señala que «nos gustaría que la propia explotación fuese un museo. Llevamos diez años aquí y tenemos muchas cosas que poder enseñar». Para los arqueólogos que trabajan en el Cerro de los Almadenes, la parte de puesta en valor y la de investigación tendrían que ir unidas.

Fuente: elnortedecastilla.es | 21 de julio de 2019