Así lo ha asegurado durante una entrevista con Europa Press, durante el simposio sobre 'La historia evolutiva de la cara humana', organizado en la Fundación Ramón Areces de Madrid.
El evento ha reunido a expertos de centros de investigación y universidades de España, Estados Unidos, Alemania, Reino Unido e Israel para poner en común sus trabajos sobre cómo ha evolucionado el rostro humano desde hace 100.000 años.
Igualmente, Lacruz ha explicado que "La anatomía de este fósil, Homo antecessor, tiene unos rasgos muy clásicos de Homo sapiens, pero los resultados muestran que no lo es. Se trata de algo intermedio, algo que da mucho apoyo a la idea de que no es totalmente humano pero que aparece 850.000 años atrás".
Por su parte, Juan Luis Arsuaga, director de los yacimientos de Atapuerca y catedrático de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid, ha asegurado que "la cara es la parte que peor se conserva del esqueleto, la más frágil, es la zona del cuerpo que menos se conoce de la evolución humana, que resulta más difícil de investigar".
La hipótesis de este experto, quien afirma que tiene "una parte imaginativa y otra científica", se recoge en un artículo que publicó en 2015 junto a los investigadores estadounidenses Timothy Bromage y Rodrigo S. Lacruz, en el que abordan los procesos de desarrollo de la cara en Atapuerca y en otros lugares.
LA CARA COMO FORMA DE COMUNICACIÓN
"Esta cara humana no ha vivido solo una adaptación a la masticación, sino que también ha sido así para mejorar la expresión. Particularmente, el Homo sapiens es la única especie homínida que sabemos que utiliza la cara como forma de comunicación. Las caras de las anteriores especies son como máscaras, inexpresivas, planas...", ha explicado Arsuaga.
Así, Arsuaga ha señalado que "por este motivo, por qué no buscar una explicación de esa adaptación de la morfología del humano moderno en términos funcionales, no solo como algo biomecánico, sino como una herramienta social. ¿Por qué no creer que nuestra cara ha sido diseñada por la madre naturaleza pensando en esa finalidad?", ha añadido.
Así, los expertos han señalado que la historia evolutiva de los humanos modernos es "compleja", debido a un registro fósil pobre y a la falta de consenso en la clasificación en distintas especies de un número de fósiles de África y Europa, en el período anterior a la aparición del hombre moderno. Esto ha dado lugar a dificultades en la definición de las características clave del Homo sapiens.
"La evolución de la cara humana se ha retraído y hay una asociación de la retracción de la cara y el tamaño del cráneo, aunque no siempre tiene que ser una asociación perfecta", ha subrayado S. Lacruz.
"Estamos abriendo avenidas nuevas para entender las distintas maneras de cuáles son los ancestros mas parecidos al Homo sapiens. Todavía hay mucho que hacer y que estudiar", ha añadido.