Descubren en Pompeya un espectacular altar en «la casa del jardín encantado», así como un fresco del dios Príapo

El lararium descubierto, un santuario dedicado a los guardianes de las viviendas en la Antigua Roma - EFE.

Un espectacular larario, el altar que se construía en las casas romanas para rendir culto a las divinidades, donde se aprecia magníficamente conservada una decoración que representa un idílico jardín, es el nuevo hallazgo en las excavaciones que se están realizando en Pompeya.

La llamada área «Regio V», una zona hasta ahora inexplorada de Pompeya, la ciudad situada en el sur de Italia y sepultada por el Vesubio en el 79 d.C., arrojó un nuevo descubrimiento considerado «extraordinario» por el director general del parque, Massimo Osanna.

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Se trata de un «suntuoso larario decorado», de cerca de 4 x 5 metros, y que ha surgido al retirar la lava solidificada de una de las partes de «la casa del jardín encantado», que ya había sido excavada en parte durante inicios del siglo XX.

«Es uno de los más elegantes que han sido descubiertos en la ciudad por sus maravillosos frescos», que representan «paisajes idílicos con una naturaleza exuberante», explicaron en una nota desde el Parque Arqueológico de Pompeya al anunciar hoy su descubrimiento.
En una de las paredes de esta habitación que se usaba para el culto doméstico a los dioses se encuentra en perfecto estado la hornacina donde se situaban las estatuillas de los «lares», los protectores de la casa.

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Debajo se pueden observar dos grandes serpientes, el símbolo con el que se representaba a los agatodemon (o demonios buenos), que «daban prosperidad y buenos auspicios».
Las serpientes recorren un jardín repleto de plantas y pájaros y rodean una columna pintada sobre la que reposa un huevo y una piña, regalo a los dioses y debajo un pavo pasea entre las plantas.

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También se ha encontrado perfectamente conservado el altar en piedra donde aún existen restos de las cenizas de las ofrendas que se quemaban para que los dioses protegiesen a la familia.

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En la pared de enfrente se ve una escena de caza a un jabalí negro con fondo del característico rojo pompeyano y que «podría aludir simbólicamente a la victoria de las fuerzas del mal sobre el bien», según los arqueólogos de Pompeya.

Los estudiosos se concentrarán ahora en estudiar el resto de la habitación, que aunque parece que se trataba de una sala para el culto, presenta elementos insólitos como la presencia de una bañera en el centro del espacio.

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«Estos extraordinarios hallazgos nos continúan regalando emociones», explicó Osanna.
En esta nueva zona de excavaciones, que comprende cerca de 3 kilómetros, ya han salido a la luz tres nuevas domus dotadas de balcones, nuevos esqueletos y utensilios que están aportando más datos a la apasionante historia de la ciudad.

Fuente: abc.es | 7 de octubre de 2018
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Aparece un fresco del dios Príapo en Pompeya, símbolo de la potencia y la riqueza



El dios Príapo, símbolo de potencia y riqueza, vuelve a aparecer en un fresco de Pompeya. Nuevas maravillas se descubren, como había pronosticado el director del Parque arqueológico, Massimo Osanna, en las excavaciones que se realizan en la zona Regio V. Bellos frescos han aparecido en una valiosa casa de la ciudad sepultada por la erupción del Vesubio en el 79 d. C.



Quien entraba en esa residencia con fachada a via del Vesubio, una de las más concurridas de la antigua ciudad romana, se encontraba en el atrio con el fresco de Príapo, dios de la prosperidad y de la riqueza, representado en el momento de pesar su enorme falo sobre una balanza que sostenía con su mano derecha. En un lado de la balanza está colocado el falo y en la otra haciendo de contrapeso la bolsa llena de monedas. A los pies, un cesto con frutas. Apenas pasada la puerta del ingreso a la casa, el visitante era recibido por el dios Priapo. De esta forma sus propietarios mostraban su estatus de familia rica.

Es la segunda vez que un fresco del dios de la mitología griega y romana aparece en Pompeya. El primer descubrimiento se realizó entre 1894 y 1895 en la casa de los Vittii, una de las residencias más famosas y lujosas de Pompeya, con frescos de extraordinaria belleza (derecha). El dios Priapo que se encuentra en el vestíbulo de esta villa de los Vittii es una de las imágenes más fotografiadas y reproducidas de Pompeya. El falo, a menudo representado en frescos y mosaicos de la época, se veía como símbolo origen de la vida, y para los antiguos romanos era auspicio de fertilidad, bienestar y riqueza.

Además del fresco de Príapo, en la casa que se está descubriendo en la vía del Vesubio con bellas decoraciones, ha aparecido otro precioso fresco con la cara de una mujer con cabellos rubios recogidos tras la nuca (izquierda).
En la misma casa hay una habitación decorada con un paisaje marino y una naturaleza muerta. En esta residencia seguramente vivía un miembro de la aristocracia pompeyana, en buena parte enriquecida gracias al comercio.

Dos cuadros pintados: un paisaje marino y una naturaleza muerta.



Era una casa, como todas las de los aristócratas romanos, para exhibirla. Durante el día la puerta de entrada permanecía abierta, para que las personas que transitaban por vía Vesubio pudieran echar un vistazo al vestíbulo donde estaba el fresco del dios Príapo.

Fuente: abc.es | National Geographic | 15 de agosto de 2018

Los neandertales realizaban prácticas médicas que fueron cruciales para su supervivencia

Investigaciones de la Universidad de York han sugerido que los neandertales adoptaron prácticas de atención médica como la asistencia en casos de lesiones graves y ante los desafíos del parto, las cuales resultaron cruciales para su supervivencia.

Las prácticas de atención médica en este período de la evolución humana a menudo se han estudiado junto con comportamientos culturales complejos, basados ​​principalmente en la investigación de rituales y símbolos asociados con la muerte. Sin embargo, este nuevo estudio establece, por primera vez, que la atención médica podría haber tenido un papel más estratégico en la supervivencia de los neandertales.

Investigaciones previas de la Universidad de York ya habían sugerido que la compasión y el cuidado de los heridos y moribundos podían haber sido un factor de desarrollo de las prácticas de atención médica, pero una investigación más a fondo ha demostrado que también hubo factores evolutivos.
Los investigadores estudiaron los restos óseos de más de 30 individuos en los que se evidenciaban lesiones leves y graves, pero que no causaron la pérdida de la vida. Las muestras ofrecen varios episodios de lesión y recuperación, lo que sugiere que los neandertales debieron haber tenido un sistema de cuidados bien desarrollado para poder sobrevivir.

Ataques de animales

La Dra. Penny Spikins (izquierda), del Departamento de Arqueología de la Universidad de York, dijo: "Los neandertales se enfrentaban ante múltiples amenazas a sus vidas, particularmente provenientes de animales grandes y peligrosos, pero en la cultura popular los neandertales tienen una imagen tan brutal y fuerte que realmente no hemos pensado demasiado acerca de sus vulnerabilidades hasta ahora".

"Tenemos pruebas de que la atención médica se remonta a 1,6 millones de años atrás, pero creemos que probablemente es todavía más antigua. Queríamos investigar si la atención médica en los neandertales era algo más que una práctica cultural; si era algo que hacían de modo rutinario o consistía en algo más fundamental en su estrategia de supervivencia".

"El alto nivel de lesiones y la recuperación de dolencias graves, como una fractura en la pierna, sugiere que otros debían haber colaborado en su cuidado y ayudado no solo a aliviar el dolor, sino también a luchar por su supervivencia, de manera que pudiera recuperar la salud y participar de nuevo activamente en el grupo", añade la investigadora.


Riesgo grave

En general, se acepta que más del 80% de los restos óseos conocidos por los arqueólogos muestran varias lesiones, algunas de las cuales pueden haber requerido remedios simples, como comida y descanso, pero otras habrían requerido niveles intensos de atención debido a un alto riesgo de perder la vida.

Los neandertales vivían en pequeños grupos, por lo que cualquier pérdida de vidas era particularmente significativo para la supervivencia de toda la comunidad. Las lesiones, por encima de las enfermedades, era la amenaza más común, ya que los neandertales no vivían en un tipo de entorno, o en comunidades lo suficientemente grandes, como para correr un alto riesgo ante los patógenos.

No obstante, las mujeres neandertales, tenían muchas posibilidades de tener dificultades a la hora de dar a luz. La conformación de su pelvis, y el tamaño y forma de la cabeza de sus bebés, eran similares a los de los humanos de hoy en día, por lo que se supone que también se habrían encontrado con algunos problemas comunes durante el proceso del parto.


Neandertales 'parteras'

La Drs. Spikins afirma: "Es probable que las mujeres fueran asistidas durante el parto, es decir, se habría asumido el papel que ahora atribuimos a las parteras. Sin este apoyo, probablemente no podrían haber sobrevivido al coste que la tasa de mortalidad de las madres y de los bebés podrían haber significado en sus comunidades".
"Cuando observamos los riesgos y peligros diarios relacionados con la caza y la búsqueda de alimentos, así como en el parto respecto a sus pequeñas comunidades de cazadores, no debe sorprender que hubieran desarrollado prácticas para mejorar la salud y reducir el riesgo de mortalidad".

"Podemos comenzar a ver la atención médica como un patrón de comportamiento colaborativo de significación evolutiva, junto con la caza en común, el intercambio de alimentos y la crianza de los hijos. Hoy en día, podemos comprobar que proporcionar atención médica a los necesitados es una parte muy importante de la vida humana".
Los investigadores pretender ahora ampliar este trabajo para analizar los posibles métodos de atención a la salud de los neandertales, así como comprobar hasta qué punto se pueden rastrear tales prácticas.

Fuente: eurekalert.org | 4 de octubre de 2018

Hallan antiguos huesos humanos y joyas en La Picola (Alicante)

Un equipo de arqueólogos, ayer durante la campaña de excavaciones en La Picola.

Menos de un mes después de que se reiniciaran las excavaciones en el Yacimiento de la Picola de Santa Pola (Alicante), los investigadores han logrado dar con piezas que pueden tener un valor clave para entender con más detalle los ritos de civilizaciones pasadas.

En el caso de la necrópolis, de época cristiana desde el siglo III al IV, han hallado el esqueleto de un individuo sin ajuar, que previsiblemente, y a falta de estudio, se trata de una mujer. Según los arqueólogos, afloraban a la superficie un par de piedras que le sujetaban el cráneo que estaba destrozado en el frontal. Al igual que en 2007 se encontraron restos óseos. En esta campaña terminarán, también, de desenterrar una fosa en la parte central, que está sellada,en la que ha aparecido un conglomerado de huesos que podrían pertenecer a dos individuos más y junto a ellos un ajuar y un par de pulseras de bronce.

Según Jaime Molina catedrático de Arqueología de la Universidad de Alicante (UA) y codi(izquierda), rector de la excavación, la presencia de muros que se han hallado en la necrópolis dan pie a pensar que «lo más normal es que los enterramientos y las estructuras sigan debajo de la calle», en relación al vial Pastor Zamora cerca de la Avenida de Salamanca.

Con esta investigación también se van esclareciendo los modos de vida de las distintas etapas de lo que fue una parte del Portus Ilicitanus (derecha), por lo tanto las funciones que tenían los almacenes portuarios durante la época de mayor crecimiento poblacional, ya que era una zona de influencia del Portus donde convivieron en el espacio un conjunto de calles, viviendas, cisternas para el agua, una factoría de salazones y centros de almacenaje previos a la necrópolis, que llegó cuando se retrajo el comercio marítimo.

Así las cosas, han comprobado que hay muros que recrecen, que a lo largo de la hostoria han sido cortados y que después se han ampliado o cerrado al paso. En el almacén que quedaba por explorar han hallado un ánfora completa, pero en mal estado, que está aplastada. También se está estudiando un fortín ibérico que se utilizó como basurero en época romana.

Exposición

Desde el Museo del Mar anuncian que lo más probable es que al cierre de la campaña abrirán una exposición temporal con los restos de las tumbas y ajuar hallados en los últimos años, ya que el material está almacenado y no se ha presentado con un discurso museográfico atractivo al visitante.
Estas actuaciones se realizan con el apoyo económico del Ayuntamiento de Santa Pola y están coordinadas por el departamento de Arqueología de la UA, donde trabajan un grupo de estudiantes de diferentes puntos del país dirigidos por los investigadores Jaime Molina, Juan Francisco Álvarez y Daniel Mateo.


En los próximos meses seguirán las investigaciones en el Portus a través de la subvención de los fondos Feder para terminar las excavaciones del emplazamiento cercado, y también se colocarán pasarelas para hacer visitable el enclave, como también paneles explicativos sobre el yacimiento.

Fuente: diarioinformación.com| 4 de octubre de 2018

La nuez moscada se utilizaba como ingrediente alimentario hace 3.500 años

Según los resultados de un estudio y dos excavaciones arqueológicas realizadas en la isla de Pulau Ay (Indonesia) por expertos de la Universidad de Washington (Estados Unidos), la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) y la Universidad Gadjah Mada (Indonesia), entre otros, la nuez moscada se utilizaba como ingrediente alimentario hace 3.500 años, lo que supone 2.000 años más que de la fecha de uso conocida de esta especia.

La isla Pulau Ay es una de las 10 islas de Banda, islas volcánicas que forman parte de la provincia indonesia de Molucas, lugar único en el mundo en la producción de nuez moscada y macis (cáscara de la nuez moscada) hasta mediados del siglo XIX, cuyo comercio estuvo monopolizado por los portugueses hasta que se logró producir en otros lugares con éxito, Malasia, India, Caribe, etc. Esta especia se empezó a valorar como tal en la gastronomía europea en la Edad Media, sin embargo, su uso como ingrediente alimentario se remonta mucho más atrás en el tiempo, así se evidencia en la investigación realizada.

Los arqueólogos encontraron en la excavación residuos de nuez moscada en vasijas de cerámica datadas en 3.500 años de antigüedad. En este lugar se encontraron también herramientas de piedra, restos de estructuras de construcciones, huesos de animales, etc., y toda una serie de hallazgos que han evidenciado los cambios en el modo en el que los seres humanos utilizaban los recursos alimentarios marinos, los animales domésticos y la cerámica. La excavación ha arrojado luz sobre la evolución de la dieta en esa zona, pasando de tener una dieta basada en alimentos marinos a una dieta basada en la carne, principalmente cerdos domesticados.

Los investigadores comentan que en los primeros 500 años del asentamiento, los recipientes de cerámica eran de paredes finas y estaban concebidos para almacenar líquidos, lo que permitió a los pobladores sobrevivir en una isla con limitadas reservas de agua dulce. Posteriormente, las paredes de los recipientes cerámicos eran más gruesas porque se utilizaban para cocinar. El descubrimiento muestra cómo las personas se adaptaron a la vida en estas pequeñas islas tropicales a lo largo de distintas etapas, desde un uso ocasional, hasta la ocupación permanente.

Para los arqueólogos ha resultado fascinante saber que la nuez moscada se empezó a utilizar como ingrediente culinario mucho antes de lo que se creía. Es una especia que cambio el mundo muchos años después. Recordemos que fue introducida por los árabes en el siglo XI en Europa y como ya hemos comentado, tuvo un papel muy importante en la gastronomía de algunos países hasta el siglo XVIII.


En la investigación se han encontrado residuos de nuez moscada, pero también de otras seis plantas, destacando el ñame púrpura, un tubérculo comestible utilizado desde hace miles de años en Asia del Sur, en las Islas del Pacífico y África, y el sagú, una palmera de cuyo tronco se extrae un almidón o fécula en forma de harina que se emplea en la cocina. Los arqueólogos consideran que estos ingredientes fueron recolectados de plantas silvestres o a través de su cultivo, algo que todavía hay que desvelar.

Dado que la isla de Pulau Ay es pequeña, no tiene aguas superficiales y tampoco mamíferos terrestres indígenas, no reunía las condiciones para un asentamiento humano permanente, pero según excavaciones arqueológicas adicionales, dados sus ricos recursos marinos fue visitada regularmente durante miles de años antes de que se establecieran asentamientos permanentes en el Neolítico. Los investigadores comentan que la zona fue abandonada en parte o en su totalidad hace unos 2.300 años, y hasta la fecha no se ha encontrado ningún asentamiento en el periodo comprendido entre hace 2.300 años y hace 1.500 años. Ahora se planean nuevas investigaciones para comprender por qué estas islas captaron la atención de personas que estaban conectadas con otros lugares antes y después del mencionado periodo de ausencia de asentamientos.

Foto: Nuez moscada.

Los expertos explican que comprender el origen temprano del uso de la nuez moscada como ingrediente alimenticio, ayudará a conocer su historia e introducción en otros países. El descubrimiento proporciona una nueva perspectiva de un ingrediente que hoy en día sigue siendo apreciado y valioso. En la actualidad se estima que la producción mundial de esta especia es de hasta 12.000 toneladas anuales, con una demanda que ronda las 9.000 toneladas al año. De lo que no se habla en la investigación es del macis o cáscara de la nuez moscada, ingrediente que no es tan conocido y apreciado como la propia nuez.

Cada vez aparecen más evidencias que muestran que algunos alimentos e ingredientes se utilizaban mucho antes de lo que se creía, por ejemplo, la fabricación del queso, se descubrió que se elaboraba 4.000 años antes de lo que se creía, sobre la elaboración de cerveza, su origen se remonta a 13.000 años de antigüedad, la elaboración del pan a 4.000 años antes de la llegada de la agricultura, etc.
Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página web de la Universidad de Washington, y en este otro artículo publicado en la revista científica Asian Perspectives.

Fuente: gastronomiaycia.republica.com | 4 de octubre de 2018

No, nadie exterminó a los hombres de la península ibérica hace 4.500 años

Cráneo de un individuo Yamna, de la región de Samara (Rusia), coloreado con ocre rojo.

Cerca de un centenar de expertos en prehistoria de la Península Ibérica han enviado un comunicado a los medios para protestar por las informaciones aparecidas en los últimos días en las que se habla de una invasión de poblaciones del este que “borraron del mapa” a los varones y tuvieron “un acceso preferente a las mujeres locales, una y otra vez” hace 4.500 años.

“Queremos mostrar nuestra perplejidad, consternación y preocupación por el tono y el lenguaje de la noticia, así como nuestra protesta por su falta de rigor científico y periodístico”, aseguran, al tiempo que insisten en que "la utilización de términos como 'invasión', 'conquista' o 'borrar del mapa no solo está completamente fuera de contexto en el conocimiento que actualmente se tiene de este periodo prehistórico, sino que es injustificada a la luz de las evidencias empíricas existentes”.

La polémica se produce a partir de las afirmaciones hechas por el genetista estadounidense David Reich en un foro organizado por en la revista New Scientist. En un artículo en el mismo medio, el periodista Michael Marshall aseguraba que las evidencias genéticas halladas por Reich y su equipo a partir del análisis del ADN de más de 150 individuos desenterrados en la Península Ibérica, indican que hace unos 5.000 años, una población de nómadas de la cultura yamna llegó desde el este con tecnologías superiores -como carros y caballos domesticados- y sobrepasó a las poblaciones locales. El hecho de que el cromosoma Y masculino desaparezca en las poblaciones posteriores les lleva a concluir que los hombres locales fueron “reemplazados”.

Aparte de que se trata de un estudio que todavía está en fase de revisión, lo que ha desatado el enfado de los arqueólogos e historiadores españoles y portugueses firmantes del comunicado es la utilización de términos que bien parecen sacados de un episodio de 'Juego de Tronos’ y que no casan con las evidencias que se han hallado hasta ahora. Entre los firmantes hay varios de los coautores del estudio de Reich, quienes aseguran a Next que en el equipo principal “están muy disgustados por cómo se ha manejado una información de forma descontextualizada convirtiendo en titulares términos sensacionalistas, que nada tienen que ver con el lento devenir de nuestras sociedades del pasado”.

“El contenido de ese estudio científico de ADN no tiene absolutamente nada que ver con la noticia falsa, sensacionalista y manipulada en la que se habla de masacres e invasiones”, asegura otro de los coautores que prefiere permanecer en el anonimato. “Como muchos otros colegas, estamos ciertamente preocupados con la forma en la que se traslada al gran público unos resultados, que tras muchos años de riguroso e intenso estudio, no concuerdan con el contenido de un artículo en revisión”, asegura una de las coautoras españolas firmantes del comunicado. “La terminología empleada es poco afortunada, arriesgada y reduccionista en cuanto al complejo mosaico genético que muestran nuestras poblaciones del pasado en el ámbito peninsular”
Otros expertos se muestran molestos por que no se haya contrastado antes esos titulares con alguno de los muchos especialistas en la materia que hay en España y Portugal. “Estos resultados son fruto de muchísimas excavaciones y de muchos años de investigación”, aseguran. “Por tanto creemos que deben de trascender a la sociedad unos resultados científicos debidamente interpretados en su tiempo y en su contexto”.
El catedrático de Prehistoria de la Universidad de Sevilla y experto en la Edad del Cobre, Leonardo García Sanjuán (izquierda), cree que "el malentendido viene de una combinación de circunstancias desafortunadas” en el que un científico comenta una posible interpretación en un foro y un periodista se queda con la parte llamativa. “El uso de esos términos de invasión y exterminio es inconcebible para los hombres de esa época, porque nadie tiene una tecnología de exterminio ni de matanza”.
¿Qué sucedió entonces en la península en ese periodo de transición entre el Neolítico y la Edad de Bronce? Hace entre 4.000 y 4.500 años las evidencias arqueológicas muestran que hubo un cambio en algunas manifestaciones culturales y estructurales de las sociedades, pero apuntan a que fue de una manera gradual.

“Hay varias investigaciones que tienen eso como temática. En el final del tercer milenio a.C. ocurre algo en un periodo de tiempo relativamente corto, entre el 2000 y el 2100 a. C., pero todo apunta a que puede ser fruto de una serie de variables”, asegura el arqueólogo portugués António Valera (derecha). “Pudo tener que ver con el clima, la movilidad social, las contradicciones internas o la desigualdad, un conjunto de factores que nada tiene que ver con invasiones, exterminios o esclavización de mujeres, todo eso es absolutamente increíble”.
Como ejemplo, entre los expertos cobra cada vez más fuerza la posibilidad de que un evento climático, identificado por los climatólogos en ese periodo con el nombre de evento 4.2 ky BP, y que provocó una gran sequía que duró décadas, tuviera un papel determinante en estos cambios. “Hay un montón de elementos y lo que no es aceptable es simplificar de manera tan brutal. Lo que sucedió no es tan simple como que llegara una caravana de guerreros y arrasaran con todo”, sentencia García Sanjuán.
No le puedo adelantar resultados del estudio, pero ninguna de las ideas titulares [aparecidas en los medios] es cierta. Desde luego la Península Ibérica en el tercer milenio a.C. debió estar lejos del escenario que se dibuja, y por lo que vamos sabiendo más bien debió mostrar escenarios de convivencia e integración de gentes e ideas”, apunta una de las investigadoras que trabaja estrechamente con Reich.

Detrás de la polémica también hay un choque entre genetistas y arqueólogos, ya que los primeros están revolucionando el conocimiento que tenemos de estas épocas con sus resultados, sin tener en cuenta, en ocasiones, el trabajo realizado antes por los prehistoriadores. Ni Carles Lalueza-Fox ni Iñigo Olalde, genetistas implicados en el estudio, han querido hacer declaraciones a este diario.
"Los genetistas pueden identificar variabilidad en el código genético, pero para explicar eso hay que entender a la sociedad y los datos los tenemos los arqueólogos”, asegura el catedrático de la Universidad de Sevilla. “Todo esto se está estudiando y tiene que ser comparado con datos de diferentes ciencias y tenemos que ser muy cautelosos con lo que decimos”, añade Valera. “Hablar de invasiones y masacres, con los datos arqueológicos que tenemos, es erróneo, y decirlo de la manera en que se ha dicho es irresponsable”.
Sobre la mesa está también un componente de responsabilidad, a juicio de los firmantes de la carta de protesta, "debido a la actual sensibilidad social y política con respecto a los procesos migratorios”. “En el contexto que vivimos, con el auge del populismo xenófobo, que se hable de estas cuestiones como invasiones y exterminios, con esta ligereza, es lo que están deseando escuchar algunos”, añade García Sanjuán. “En los años 30 cuajó el fascismo y en esa época la arqueología fue utilizada por los movimientos fascistas y el nazismo para justificar sus fines. Lo que no conviene es hacer una presentación defectuosa y pobre de la ciencia que pueda ser malinterpretada, sobre todo en medios importantes con una influencia mundial”.

El problema viene del texto publicado por un periodista británico en el New Scientist”, indica una de las coautoras españolas muy próxima a Reich. “No es un fallo cualquiera, se trata de un tema complicado por las consecuencias interpretativas, detrás de las palabras malinterpretadas y tervigersadas del periodista se pueden transmitir ideas racistas, xenófobas y machistas, cuanto menos”. “Solo la estrecha colaboración de diferentes campos científicos podrá ir perfilando estos interrogantes en los que influyeron muchos factores de cara a la movilidad de grupos o individuos a lo largo de la Prehistoria”, concluye.

Fuente: vozpopuli.com | 5 de octubre de 2018

Los genes neandertales que protegieron a los 'sapiens' frente a los virus

Los científicos de la Universidad de Stanford han descubierto que el cruzamiento entre neandertales y humanos modernos nos dio herramientas genéticas para combatir las infecciones virales. (Crédito de la imagen: Claire Scully).

Los encuentros sexuales entre neandertales (Homo neanderthalensis) y Homo sapiens no sólo se tradujeron en una descendencia común. Durante el tiempo que convivieron estas dos especies humanas, intercambiaron patógenos y compartieron defensas para combatir algunos virus. Así lo asegura un nuevo estudio publicado en la revista Cell basado en el análisis del genoma de los neandertales, una especie que se extinguió hace unos 40.000 años pero cuyas huellas permanecen en parte de la población actual. Se calcula que muchos habitantes de Europa y Asia conservan en sus genomas entre un 1% y un 4% de ADN neandertal.

La razón es que, antes de desaparecer, se cruzaron con los Homo sapiens que habían salido de África para extenderse por el mundo. Los investigadores de las universidades de Stanford (EEUU) que firman este estudio sostienen que, gracias ello, nuestros antepasados heredaron las defensas frente a virus con las que ya contaban los neandertales.

Según explica Dmitri A. Petrov (izquierda), de la Universidad de Stanford, California, y uno de los autores del estudio, su investigación ha revelado que buena parte de los cambios en los genes de los neandertales tuvieron lugar para adaptarse al frío.

"Los genes neandertales probablemente nos dieron en cierta medida protección contra virus que nuestros antepasados encontraron cuando salieron de África", señala en un comunicado.

Y es que cuando nuestros ancestros empezaron a llegar a otras zonas geográficas, tuvieron que hacer frente a un clima muy distinto al que estaban acostumbrados en África. Cuando se toparon con los neandertales, éstos llevaban ya cientos de miles de años viviendo en Eurasia, así que su sistema inmune había tenido bastante tiempo para evolucionar contra los virus infecciosos que había.
Los Homo sapiens, sin embargo, eran mucho más vulnerables a ellos. "Tiene mucho más sentido que los Homo sapiens adquirieran esas defensas genéticas de los neandertales en lugar de esperar a que se desarrollaran sus propias mutaciones adaptativas", apunta David Enard, (derecha), otro de los investigadores del laboratorio de Dmitri Petrov.

Veneno-antídoto

Es decir, durante sus escarceos con los neandertales, nuestros antepasados se contagiaron de sus virus, pero en cierto modo también heredaron la forma de combatirlos, por lo que los autores del estudio hablan de veneno-antídoto.
Para llevar a cabo el estudio, compararon una larga lista de 4.500 genes de los humanos modernos que están vinculados a las interacciones víricas con genes neandertales. Los autores identificaron 152 genes presentes en ambas especies.

"Sin duda tiene lógica que estos genes ayudaran a sobrevivir a nuestros antepasados contra el efecto de virus a los que los neandertales llevaban quizás centenares de miles de años adaptados", comenta a este diario el genetista Carlos Lalueza-Fox (izquierda), sin vinculación con el estudio publicado en Cell.
Según explica este investigador del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona (CSIC-Universitat Pompeu Fabra), estos científicos "han explorado genes relacionados con reconocimientos de virus, y han desarrollado un método para reconocer estas regiones genómicas de los neandertales que aparecen fragmentadas en múltiples individuos, una vez el efecto selectivo inicial ha dejado de actuar".

En concreto, se trata de virus de ARN, compuestos de ácido ribonucleico (ARN) en lugar de ácido desoxirribonucleico (ADN). Entre los virus actuales de ARN figuran el de la gripe, el VIH o la hepatitis C.

Sin embargo, según aclara Lalueza-Fox, esa protección frente a ciertos virus de la que gozaron los primeros Homo sapiens no seguiría activa en la actualidad, así que nosotros no estaríamos protegidos frente a ellos: "Los virus cambian muchísimo. Los de la gripe, por ejemplo, son diferentes cada año, de forma que la vacuna del año anterior no te sirve", afirma Lalueza Fox. "Aunque los podamos denominar igual, seguro que no eran los mismos".



Herencia para bien y para mal

Este nuevo estudio se suma a los ya numerosas investigaciones que se han centrado en determinar qué genes neandertales han sido asimilados (o introgresados, en el lenguaje de los genetistas) y cuáles han sido seleccionados posteriormente en los humanos modernos y por qué motivo. "Se han descrito algunos, normalmente asociados a cuestiones metabólicas, de la dieta o de ritmos circadianos, y se ha concluido que, en realidad, nos ayudaron a adaptarnos de forma más rápida a las condiciones ecológicas de Eurasia que nuestros antepasados estaban colonizando (lo que se conoce como introgresion adaptativa)", dice Lalueza Fox.

Pero no toda la herencia genética neandertal fruto de la hibridación ha sido positiva. De hecho, anteriores estudios han mostrado que entre la población actual cuyo genoma hay rastros de aquella especie tienen una mayor tendencia a padecer diversas enfermedades de la piel y la sangre, trastornos digestivos o a sufrir un infarto de miocardio o depresión.

Sobre la fecha en la que se produjeron esos encuentros sexuales entre especies, un estudio publicado en la revista Nature en 2016 reveló que uno de esos primeros capítulos de hibridación tuvo lugar hace 100.000 años, posiblemente en Oriente Próximo. Hasta esa investigación, se pensaba que esos encuentros sexuales habían sido posteriores, hace entre 47.000 y 65.000 años.

Fuente: el mundo.es | sciencedaily.com | 4 de octubre de 2018

Descubren restos óseos de neandertal de hace unos 100.000 años en Polonia

Foto: falanges pertenecientes a un niño neandertal halladas en la Cueva Oscura de Jaskinia Ciemna, Polonia.

Los restos fueron encontrados en la Cueva Oscura de Jaskinia Ciemna, en el territorio del voivodato de la Pequeña Polonia hace unos años, pero solo ahora han sido identificados con precisión.
"Los huesos descubiertos por nuestro equipo en Jaskinia Ciemna son los restos humanos más antiguos hallados en el territorio de Polonia, y tienen aproximadamente 115.000 años de antigüedad", dijo el profesor de la Universidad Jagellónica de Cracovia, Pawel Valde-Nowak (izquierda).
Hasta ahora, tres dientes con una antigüedad de entre 52.000 y 422.000 años eran considerados como los restos humanos más antiguos encontrados en el territorio de Polonia.

Según el profesor Valde-Nowak, se trata de huesos de las falanges de las manos de un niño neandertal que fueron digeridos por un ave grande. Dicha identificación fue confirmada por dos antropólogos, la Dra. Anita Szczepanek, de la Universidad Jagellónica, en Cracovia, y el profesor Erik Trinkaus, de la Universidad de Washington en St. Louis.
La superficie porosa de los restos óseos, llena de decenas de diminutas cavidades, llamó la atención de los científicos. "El análisis muestra que ello es el resultado del paso de los restos óseos a través del sistema digestivo de un ave grande, lo que es el primer ejemplo conocido de la Edad de Hielo", afirma el profesor Valde-Nowak.

El científico cree que un ave pudo haber atacado al menor neandertal, con una posible edad de entre cinco o siete años, haberlo matado y consumido parcialmente, o bien haber comido los restos de un niño neandertal ya muerto. Según Valde-Nowak, ninguna de estas opciones puede ser descartada.


Los dos huesos de las falanges encontrados no tienen más de un centímetro de longitud y están en muy mal estado, por lo que los científicos no podrán realizar con los mismos una prueba de ADN.
"Sin embargo, no tenemos dudas de que son restos neandertales, porque provienen de una capa muy profunda de la cueva, ubicada a pocos metros por debajo de la superficie actual, así como las herramientas de piedra típicas utilizadas por el neandertal que hemos hallado", agrega el prof. Valde-Nowak.

El descubrimiento de las falanges ocurrió hace unos años (las excavaciones en la cueva de Jaskinia Ciemna se han estado llevado a cabo desde hace varias décadas). Los restos óseos se hallaron mezclados con otros huesos de animales, pero no fue hasta este año, durante un análisis detallado durante el trabajo de laboratorio, que fueron diagnosticados como humanos.


"Este es un descubrimiento único", enfatizó el científico. "Solo fragmentos de huesos fósiles pertenecientes a parientes del hombre moderno (Homo sapiens) han sobrevivido en Polonia hasta nuestros días". El profesor Valde-Nowak también comentó que en Polonia no hay restos de especies humanas que precedan al hombre neandertal, por ejemplo, de Homo erectus.

"¡Podemos contar los restos de neandertal en Polonia con los dedos de una mano!", afirma el profesor Valde-Nowak. Estos son los tres dientes hallados en la cueva de Stajnia, las dos falanges recién descubiertas en la cueva de Jaskinia Ciemna, y un diente también encontrado hace poco en la cueva de Kaskinia Ciemna, y que es del mismo periodo temporal que los tres dientes de la cueva de Stajnia, según un arqueólogo.

Foto: pieza dental hallada en la Cueva Oscura de Jaskinia Ciemna, Polonia.

Valde-Nowak recuerda que los neandertales (Homo neanderthalensis) habrían aparecido en Polonia probablemente alrededor de hace 300.000 años. Las herramientas de piedra más antiguas que utilizaron, fueron descubiertas en el entorno del Vístula y tienen más de 200.000 años. Las mismas son principalmente cuchillas-raspadores, o herramientas con una función de corte y raspado. Fueron descubiertos en el sur de Polonia, porque existían condiciones relativamente buenas para la vida neandertal. La parte norte de la Polonia actual estaba ocupada por un glaciar continental.
"Todavía hay una discusión sobre cuánto tiempo vivió el neandertal en Europa, incluida Polonia. Desafortunadamente, no tenemos argumentos sólidos para participar en esta discusión y tampoco tenemos pruebas de que ambas especies coexistieran en Polonia", concluye Valde-Novak.

Fuentes: mundo.sputniknews.com | naukawpolsce.pap.pl | 4 de octubre de 2018