Un estudio genómico revela pistas sobre el pasado silvestre de las uvas

Hace aproximadamente 22.000 años, cuando las capas de hielo que cubrían gran parte de América del Norte y Europa comenzaron a retirarse, los humanos iniciaron el consumo de una fruta que hoy da alegría a millones de bebedores de vino en todo el mundo: las uvas.

Eso es lo que el biólogo evolutivo Brandon S. Gaut (izquierda) y el biólogo de plantas de Dario Cantu (derecha) creen que ocurrió.
Ambos compararon los genomas secuenciados de uvas eurasiáticas silvestres y domesticadas y encontraron evidencias de que se pudo haber estado consumiendo uvas hasta 15.000 años antes de que se domesticaran como un cultivo agrícola.
"Como la mayoría de las plantas, se considera que las uvas se cultivaron hace entre 7.000 y 10.000 años, pero nuestro trabajo sugiere que la participación humana con las uvas puede preceder a estas fechas", dijo Gaut.

"Los datos indican que los humanos recolectaron uvas en la naturaleza durante siglos antes de cultivarlas. Si tenemos razón, se suma a un conjunto pequeño, pero creciente, de eidencias de que los humanos provocaron grandes efectos en los ecosistemas antes del inicio de la agricultura organizada".

El estudio aparece en las Actas de las Academias Nacionales de Ciencias.
Hoy las uvas son el cultivo hortícola más importante económicamente en el mundo, pero al revisar los datos evolutivos, los científicos descubrieron que las poblaciones de esta fruta disminuían constantemente hasta el período de domesticación, cuando las uvas comenzaban a cultivarse y cosecharse para elaborar vino. Este largo declive podría reflejar procesos naturales desconocidos, o puede significar que los humanos comenzaron a manejar poblaciones naturales de uvas mucho antes de que fueran domesticadas.


Gaut dijo que los datos del estudio también sugieren que la alteración de varios genes importantes durante la domesticación fue un punto de inflexión clave para la fruta. Estos genes incluían algunos que estaban involucrados en la determinación del sexo y otros relacionados principalmente con la producción de azúcar. Estos cambios ayudaron a definir las uvas tal como las conocemos hoy en día, y probablemente contribuyeron a la difusión de la cosecha en todo el mundo antiguo.

Además, los investigadores descubrieron que los genomas modernos de la uva contienen más mutaciones potencialmente dañinas que los ancestros salvajes de la fruta. Estas mutaciones se acumulan debido a la propagación clonal, que es la reproducción por multiplicación de copias genéticamente idénticas de plantas individuales. Las uvas se reprodujeron por propagación clonal durante siglos, ya que permite cultivar las variedades cabernet sauvignon o la chardonnay, genéticamente idénticas en todo el mundo. La identificación de estas mutaciones potencialmente dañinas puede ser útil para los criadores de uvas.

Fuente: Universidad de California, Irvine | 2 de noviembre de 2017

Nuevos datos sobre el "Escondrijo Real de Deir el Bahari", Luxor (Egipto)

Foto: Grafitos en rocas cercanas al Escondrijo real de Deir el Bahari-MARÍA BELCHI

«Nunca hubo escondite mejor disimulado», aseguró Gaston Maspero en su informe del Escondrijo Real de Deir el Bahari que acababa de descubrir en 1881, con unas 40 momias de faraones tan conocidos como Amenhotep, Tutmosis II, Tutmosis III, Tutmosis IV, Seti I o Ramsés II. Siempre se ha creído que se quiso poner a salvo de saqueos a estos reyes de distintas dinastías de Egipto, ocultándolos en esta «Cachette» de Luxor, pero los descubrimientos de una expedición arqueológica española podrían cambiar esa visión.

«Es cierto que fueron colocadas todas las momias juntas para protegerlas mejor, pero no es un escondite», asegura José Ramón Pérez-Accino. El egiptólogo de la Universidad Complutense acaba de regresar a Madrid con indicios de que la historia de este wadi (una especie de pequeño valle) en el que se encontraron las momias reales es mucho más antigua de lo que se pensaba. En sus rocas ya se habían hallado con anterioridad los grafitos más antiguos de la necrópolis tebana, pero los arqueólogos españoles han localizado nuevas inscripciones en las rocas que no habían sido registradas hasta ahora.

Foto: José Ramón Pérez-Accino, en la zona donde han creído identificar restos de un posible lugar de culto - MARÍA BELCHI

«La prospección antigua que se realizó en los años 60 no estaba terminada. Tenemos más de la mitad del valle todavía sin publicar», subraya el egiptólogo.
La expedición de la Universidad Complutense, en la que ha participado la decana de los egiptólogos españoles Carmen Pérez Die, ha encontrado cerca de la tumba «grafitos no registrados». Algunos «con nombres reales» que, de confirmarse como tales, llevarían a los expertos a empujar hacia atrás la historia de este enclave que antiguamente era lugar de paso entre las poblaciones de Deir el Medina y Deir el Bahari. Ante este Escondrijo pasaba un camino al que estos expertos llaman coloquialmente la Gran Vía, por el tráfico que sospechan que tenía en la Antigüedad.

«La idea de que era un escondite es muy difícil de sostener, porque además el camino a la tumba está lleno de grafitos antiguos», según ha podido constatar allí Pérez-Accino.

¿Por qué razón se eligió entonces ese lugar para enterrar las momias reales? «Pensamos que una manera de proteger algo es esconderlo y otra es colocarlo en un sitio que todo el mundo conoce y está a la vista, donde cualquiera se daría cuenta si alguien entrara», responde el egiptólogo, que sospecha además que ese wadi era un lugar especial para los egipcios. «Está en el centro, rodeado de valles llenos de tumbas por todas partes y, sin embargo, éste está vacío. Solo tenía esa tumba. Es una anomalía», explica.

Un lugar de culto hecho por la mano del hombre

En otra zona del wadi alejada del llamado Escondrijo se concentra otro grupo de grafitos a los que hasta ahora nadie ha encontrado explicación, justo en un sitio que atrae poderosamente la atención de Pérez-Accino. «En esa zona parece haber una figura monumental natural en la roca y a su lado creemos haber identificado un lugar de culto hecho por la mano del hombre muy burdo, o muy antiguo, o ambas cosas», destaca.
La boca de esa posible pequeña capilla o receptáculo mide diez codos egipcios (unos cinco metros), está alisada y en una roca han visto una posible mesa de ofrendas. «Si todo esto se confirmara, ello implicaría una actividad humana que no se había detectado nunca en el valle», indica el egiptólogo, para quien ese posible lugar de culto situado junto a la figura monumental en la roca y a una serie de grafitos relacionados suponen un conjunto de evidencias «muy poderosas desde el punto de vista arqueológico».

Foto: Los miembros de la expedición arqueológica española, acompañados por profesionales egipcios-MARÍA BELCHI

Hace apenas unos días que finalizó esta campaña -financiada por la Fundación Gaselec, Userkaf Patrimonial (Javier Uriach) y Egiptología Complutense- y sus seis integrantes ya están pensando en volver para excavar en esa zona donde han localizado el lugar de culto y, con ayuda de un geólogo que les indique qué partes de la roca fueron cortadas por la mano del hombre y cuáles son naturales, intentar aclarar los interrogantes abiertos con sus investigaciones. De momento, sus trabajos de prospección y geolocalización de los grafitos les han abierto las puertas a un futuro proyecto de geolocalización en Egipto.

Fuente: Mónica Arrizabalaga | ABC, 6 de noviembre de 2017

III Jornadas Transfronterizas de Historia Medieval de Olivenza (Badajoz)

Presencia judía e islámica en La Raya hispano-lusa centrarán las III Jornadas Transfronterizas de Historia Medieval de Olivenza
Por tercer año consecutivo la programación de ‘Oliventia, degusta el Medievo 2017’ incluye entre sus actividades las Jornadas Transfronterizas sobre Historia Medieval que se celebrarán del 10 al 12 de noviembre y que tendrán como temáticas principales la presencia judía en La Raya, la presencia islámica en el Garb al-Andalus y curiosidades oliventinas.
Para la asistencia a estas ponencias, que se celebrarán en la Sala de Usos Múltiples del Convento San Juan de Dios, será preciso inscribirse, de forma gratuita, a través del formulario creado para la ocasión o bien en la Oficina de Turismo de Olivenza.
Las III Jornadas Transfronterizas de Historia Medieval comenzarán el viernes 10 de noviembre, fecha reservada para ponencias de investigadores locales centradas en aspectos concretos de la Historia y legado patrimonial oliventino.
El programa se abrirá, a las 18.30 horas, con la ponencia ‘Las piedras que construyeron la Historia de Olivenza’ en la que el cantero Jose Antonio Carnerero hará un recorrido por el origen y procesos de trabajo de los materiales pétreos con los que se construyeron los principales monumentos oliventinos.
El guía de la Oficina de Turismo de Olivenza y licenciado en Filología Portuguesa y posgraduado en Estudios Portugueses Multidisciplinares, Servando Rodríguez Franco, cerrará la primera jornada con su ponencia ‘Propuesta de transcripción paleográfica de dos textos en grafitos de la Torre del Homenaje del Castillo de Olivenza’, que dará comienzo a las 19.30 horas.
Mesas redondas
La mañana del sábado 11 de noviembre, jornada dedicada a la presencia judía en La Raya, se iniciará a las 10.30 horas con la ponencia ‘Judíos, Juderías y Cristianos Nuevos de Elvas’, a cargo de Rui Eduardo Dores Jesuino, para continuar con ‘Musealización y difusión del patrimonio medieval árabe y judío en Cáceres’ impartida por Eugenia Íscar Gamero.
Completarán la mesa redonda de mañana ‘Familias judaícas na raia alentejana’, de María José Ferro Tavares y  ‘La fuga de los judíos de España a Portugal tras el decreto de expulsión de los Reyes Católicos’, de Antonio Ferreira Bento, docente de la Universidade de Beira Interior.
La presencia islámica en el Garb al-Andalus será el tema central de la mesa redonda de tarde del sábado 11 de noviembre que abrirá a las 17.30 horas Fernando Branco Correia con ‘El Valle del Guadiana en la época de los emires de Córdoba, dinámicas sociales y políticas’, a quien seguirá Bruno Franco Moreno con ‘El curso medio del Guadiana en época andalusí: poblamiento y territorio’.
A las 18.30 horas ‘Comunidades musulmanas en tierra de frontera: los mudéjares en Extremadura’, de Juan Rebollo Bote, marcará la apertura de la segunda parte de la última jornada de ponencias que cerrará Guillermo Krutz Schaefer con ‘Del presente al pasado y viceversa’.
Un visita guiada a la localidad, que comenzará  a las 11.00 horas y estará centrada en el árbol de Jesé de la iglesia de Santa María del Castillo y las claves de las bóvedas de Santa María Magdalena, pondrá punto y final a las III Jornadas Transfronterizas de Historia Medieval. Para participar en esta visita será precisa también inscripción gratuita a través del formulario pertinente.

Un asta de reno grabada podría ser uno de los regalos más antiguos del mundo

El asta de 30 cm, que los investigadores describen como 'bastón perforado', es un ornamento grabado con una cadena de extraños patrones triangulares y un gran agujero en un extremo

Descubierta en Polonia Central pero originaria del norte de Escandinavia o el noroeste de Rusia, un asta de reno grabada ha despertado el interés entre los investigadores. Las razones detrás de su largo viaje, su propósito y consecuencias, en relación con el contacto social entre los grupos de cazadores-recolectores de la zona hace 12.000 años, son todos significativos. Un elemento adicional de interés es que los investigadores creen que se trataría de una especie de regalo espiritual ofrecido de una población a otra.

Según el IBTimes UK, el hallazgo es conocido como un bâton percé (bastón de mando perforado). Mide aproximadamente 30 centímetros de largo y unos 2-3 centímetros de diámetro. Una línea de motivos triangulares está grabada sobre el asta, y presenta un gran agujero en uno de sus extremos. Estas características insinúan que el artefacto habría tenido algún valor especial para sus creadores.
Dibujo del asta de reno grabada descubierta en Polonia. (Osipowicz et al)

La función exacta del asta se desconoce. Como comentaba para MailOnline el investigador principal del presente estudio Dr. Grzegorz Osipowicz: “La función de los ‘bâtons percé’ todavía no está clara. Muchas hipótesis se han propuesto en este sentido, empezando por la función relacionada con la esfera ritual y pasando por enderezadores de puntas y arpones, simples azadones o herramientas utilizadas para la fijación de cuerdas a las chozas”.


Ejemplo de ‘bâton percé’ de la época Magdaleniense hallado en Francia. (CC BY 3.0)

El asta fue descubierta en el año 2013 en Gołębiewo, Polonia Central. Ésta es la primera vez que se ha encontrado un asta de Reno de ese periodo en Europa del Este, lo que despertó gran expectación entre los investigadores. Además, no se encontraron otros artefactos o evidencias de un asentamiento durante las excavaciones, lo que sin duda despertó la curiosidad de los investigadores acerca de su origen.

El reciente estudio demuestra que el asta grabada fue hallada al menos 1.600 kilómetros al sur del lugar en el que se ha sugerido que habría sido creada –posiblemente la región de Carelia del norte de Finlandia Occidental o el sur de Laponia. La especie de la que se obtuvo el asta y su origen geográfico fueron descubiertos a través de análisis de ADN e isótopos estables. La datación mediante carbono-14 sitúa la antigüedad del hallazgo en torno a los 12.000 años.

Los expertos sugieren que el grupo escandinavo podría haber viajado al sur a través de Europa oriental, un viaje de aproximadamente 1,600 km, o al norte a través de lo que ahora es Suecia. Este viaje habría significado que el grupo viajara alrededor de 2.700 km. hasta su destino.

Phys.org informa que parte de la importancia del hallazgo estriba en que el asta sugiere que a principios del Holoceno grupos de cazadores-recolectores habrían intercambiado mercancías a través de grandes distancias. Osipowicz explicaba al respecto: “La ruta tomada para el transporte del asta de ‘Rangifer tarandus’ desde la cercana Carelia del Norte hasta Polonia Central y el motivo para transportarla son imposibles de determinar de manera concluyente. Sin embargo, los resultados obtenidos son la primera evidencia directa del flujo de mercancías entre los grupos cazadores-recolectores de principios del Holoceno a una distancia tan grande”.

Hay pocos ejemplos conocidos de intercambios de regalos a distancias tan grandes en aquella época. Por otra parte, el intercambio de bienes entre grupos de cazadores-recolectores que vivían tan alejados probablemente signifique que también intercambiaban ideas, y es posible que se formaran vínculos entre ellos. Técnicas similares para trabajar el sílex sugieren que el contacto social podría haber sido posible entre las poblaciones de las distintas regiones en aquel tiempo.

Pero Osipowicz señalaba en MailOnline que el acto de regalar el asta podría haber ido más allá de unos simples vínculos sociales o comerciales: “Es poco probable que el proceso de estos intercambios de regalos fuese un simple intercambio de productos. Se cree que eran sancionados por una serie de principios que vinculaban fuertemente a los individuos o grupos a nivel social y a menudo espiritual”.


Tabla de los tres mundos en la antigua espiritualidad Sami. (Mulk & Bayliss-Smith 2006: 96) El reno es uno de los aspectos de las creencias espirituales tradicionales de este grupo indígena.

Los investigadores también sugieren que el intercambio de regalos no habría sido algo rutinario, afirmando que el grupo escandinavo que entregó el ‘bâton percé’ sólo podría haber entrado en contacto con el grupo del sur durante un viaje de rito de paso.

Los resultados del estudio fueron publicados en la revista PLOS ONE por Grzegorz Osipowicz y sus colegas de la Universidad Nicolás Copérnico con sede en Polonia. El asta grabada se encuentra actualmente en el Museo del Padre Dr. Władysław Łęga ubicado en Grudziądz, Polonia.


Autor: Alicia McDermott
Fuente: Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y posteriormente con www.ancient-origins.es el 9 de octubre de 2017

Los primeros humanos de América llegaron a través de 'autopistas de algas marinas' cercanas a su costa

Recientes hallazgos arqueológicos muestran que la gente pre-Clovis llegó a las Américas antes de hace 13.500 años, probablemente a través de una ruta marítima a lo largo de la costa del Pacífico. Los niveles más altos del mar, actualmente, dificultan encontrar evidencias directas. Crédito: (c) J. YOU y N. CARY Science (2017).

Un equipo de antropólogos de varias instituciones en los EE. UU. ha ofrecido un trabajo en perspectiva en la revista Science que resume las teorías actuales sobre los primeros humanos que poblaron las Américas. En su artículo, descartan la opinión convencional de que la cultura Clovis fuera la primera en llegar a las Américas cruzando el puente terrestre de Bering. Las evidencias más recientes sugieren que otros llegaron mucho antes, probablemente utilizando embarcaciones que les permitían navegar cerca de la costa.

Como señalan los autores, durante la mayor parte del último siglo, la teoría aceptada era que la primera llegada de los humanos modernos fue a través del puente de tierra de lo actualmente se conoce como Estrecho de Bering, pues, en ese momento, los niveles del mar habrían sido mucho más bajos.

Sobre aquellos primeros pobladores, llamados Clovis, se teorizó que habían viajado por un corredor central sin hielo en lo que hoy es territorio de Canadá y los Estados Unidos, hace aproximadamente 13.500 años. Pero, como los autores también señalan, las evidencias, desde fines de la década de 1980, han demostrado que había personas que vivían en zonas de las Américas mucho antes de la época en que se produjo la migración Clovis. Estas evidencias arqueológicas de personas que vivieron en islas de Asia y en las costas de América del Norte y del Sur (algunas tan al sur como Chile) se remontan a entre 14.000 y 18.000 años atrás. También se han encontrado indicios de gentes que vivieron en el interior de América del Norte hace unos 16.000 años.
Toda este conjunto de nuevas evidencias, según los autores, ha provocado que la mayoría de los expertos en el tema abandonen la idea de que los representantes de la cultura Clovis fueran los primeros en llegar. La mayoría cree ahora que las primeras personas en llegar lo hicieron en botes en lugar de caminando, y lo hicieron siguiendo las costas, no a través del interior.

Esto habría sido posible, señalan los autores, debido a lo que se hadado en conocer como "autopistas kelp", es decir, bosques de algas que crecían cerca de la costa a lo largo del continente americano. En este sentido, se ha subrayado que todas esas masas algas marinas habrían proporcionado un rico hábitat para muchas criaturas acuáticas de las cuales los abundantes viajeros podían disponer.
Los autores concluyen señalando que se ha realizado muy poca investigación en las costas del continente americano: los primeros viajeros habrían estado residiendo principalmente en tierras que ahora están cubiertas por el mar debido a la crecida de los niveles oceánicos mundiales. Si la comunidad científica realmente quiere saber más sobre la migración humana a las Américas, sugieren que se necesita hacer más trabajo arqueológico en las costas de las mismas.

Fuentes: PHYS.ORG | axios.com | 3 de noviembre de 2017

Investigadores de la UMA proponen una revisión de la prehistoria reciente europea

Planta general del año de Perdigões con indicación de la situación de la Puerta 1

La prehistoria está constantemente reformulándose. Así lo afirma el profesor de la Universidad de Málaga José Enrique Márquez (arriba), quien, junto a su grupo de investigación ‘PERUMA’, lidera en el ámbito peninsular el estudio de los ‘recintos de fosos’ del cuarto y tercer milenio a.C., un tipo de construcción megalítica prácticamente desconocido hasta los años 70 y que, sin embargo, ya sobrepasa varios miles repartidos por toda Europa occidental.

“Se trata de la cara oculta del megalítismo. Grandes espacios abiertos delimitados por un foso que crea un espacio interior más o menos circular. Supervivientes al paso del tiempo, pero invisibles, ya que una vez dejaron de usarse, fueron rellenados y enterrados con grandes cantidades de tierra, por lo que no se han descubierto hasta hace muy poco tiempo”, explica el profesor del Departamento de Ciencias Históricas.


Un fenómeno que, hasta muy recientemente, ha pasado inadvertido para los investigadores de esta época y que coincide en el tiempo con la aparición de los grandes sepulcros megalíticos como los del conjunto arqueológico de Antequera, Patrimonio de la Humanidad. Un tipo de yacimiento arqueológico inesperado, según Márquez, que ha aparecido y pone sobre la mesa un nuevo problema histórico: ¿qué son los recintos de fosos?

“Tradicionalmente, se ha elaborado una Prehistoria Reciente sin tenerlos en cuenta. Resulta necesario revisar el pensamiento actual sobre cómo eran las sociedades del Neolítico y Edad del Cobre contando con los ‘recintos de fosos’ como parte determinante del paisaje arqueológico. La Prehistoria Reciente europea tiene que ser reinterpretada”, reivindica este profesor de la Facultad de Filosofía y Letras.

El grupo PERUMA de la Universidad de Málaga lleva 17 años investigando este fenómeno. Actualmente trabaja en el yacimiento de Perdigões en Reguengos de Monsaraz (Portugal) y la Vega de Antequera en el entorno de los dólmenes, gracias a un proyecto nacional financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad con 120.000 euros.

Monumentalización de grandes espacios al aire libre

Márquez apunta que el primer paso para el estudio de un recinto de foso es localizarlo, una tarea que ahora se realiza a través de técnicas sofisticadas como la teledetección o los sondeos geofísicos, pero que, durante mucho tiempo, era casi imposible realizar.

“Al tratarse de fosos colmatados de forma intencionada tras terminar su función, su estudio es muy complicado, sin embargo, una vez localizados y excavados, la cantidad de restos arqueológicos que albergan en su interior es enormemente importante”, asegura este profesor, que afirma que estos fosos eran rellenados, además de con grandes cantidades de tierra, con restos óseos de animales, especialmente perros, bóvidos y cerdos; cerámica, objetos de sílex, grandes bloques de piedras y, en ocasiones, incluso restos de cadáveres humanos.

El investigador de la Universidad de Málaga, que desarrolla este trabajo junto con el profesor José Luis Caro, de la Facultad de Turismo; plantea que “estas construcciones monumentales son grandes espacios al aire libre que albergaron agregaciones de población temporales con carácter identitario y político”. Una interpretación que intenta integrar estos nuevos ‘actores’ en la lectura del pasado megalítico.

Actualmente, el grupo PERUMA tiene varias líneas de investigación abiertas: la localización de nuevos recintos en el sur de la Península Ibérica, la datación mediante el método del carbono 14 del fenómeno o la interpretación de estos yacimientos desde perspectivas etnográficas.

Fuente: uma.es | 2 de noviembre de 2017